Tengo recuerdos de Arthur desde que tenía 10 años, lo ví
exhibir su juego en las Copas Mundiales de España 82 y México 86, para mi gusto
infantil, el 82 (el mejor). En aquella Copa, Brasil tenía un equipo de ensueño
y donde el rol principal lo tenía él.
Tenía un juego mágico: era de esos mediocompistas
virtuosos, de elegante pelota dominada, del impredecible. Era un futbolista
desfachatado, con la única preocupación de divertirse, de jugar para su equipo
y sobretodo para agradar a todos los que amamos el fútbol de verdad: el de la
inspiración artística, el del virtuosismo, el de antología.
Llevaba la 10 en el dorsal, ese número que en Brasil no
solo es un honor sino una inmensa responsabilidad, es la histórica camiseta
heredada por un ser casi mítico: Edson Arantes Do Nascemento (Pelé). Para
Arthur esa carga no parecía serla, gracias a su juego y a su efectividad. La
característica de su fútbol se podría resumir en una forma desfachatada, lúdica
y virtuosa. Llevaba el pelo sin peinarse, como si jugar por Brasil y con la 10
le resultaba tan natural que ni cuenta se daba. Un jugador que hoy escasean,
están en vías de extinción o ya no existen.
'Zico' le decían a Arthur Antunez Coimbra, lo llevé
grabado en mi mente por el póster que me regalaron por la compra de una
zapatilla Diadora que me regaló mi 'viejo' y al que 'Zico' promocionaba. Aquél
póster adorno mi cuarto y lo veía cada vez que me despertaba después de soñar
que jugaba como él.
El fútbol en La Cidade Maravilhosa es casi una religión,
lo pude constatar en los diferentes viajes que hice al país de la 'samba', el
carnaval y de las 'mulheres gostosas' tal como lo decían las diferentes
canciones de carnaval que oía en Iquitos de mi niñez y en especial "Garota
de Ipanema".
Precisamente después de pasear por Ipanema pude visitar
las instalaciones del Clube de Regatas do Flamengo. Sí, el Club de Fútbol
Flamengo nació en un Club de Regatas, es decir el fútbol que nace del pueblo y
va hacia el, terminó por imponerse. Sus más de 30 millones de
hinchas lo demuestran.
Ahora que Lima será la primera sede única de la Historia
de la Copa Libertadores y estaré ahí, recordaré a la perezosa, divertida y
pecadora Río de Janeiro (Cidade maravilhosa) a las muestras de su folcklore y
sobre todo al excelso de su fútbol.
Bienvenidos a Lima amigos de todo el Mundo.
Bienvenida Copa Libertadores de América.
Bienvenido Campeón.
Bienvenida la Gloria Eterna.
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