Existieron
y existen muchos relatores que acompañaron nuestras vidas. Uno de ellos es,
Antonio Vargas. Sayán. Lima. 1958.
A
finales de los 80 y principios de los 90, cuando la selección peruana de fútbol
tocó fondo y Toño tuvo el estoicismo de narrar: más los goles de nuestros
rivales que los nuestros, oíamos sus relatos y anhelamos que algún día cambie
nuestra situación deportiva.
Los
tiempos cambiaron, aparecieron otras figuras del periodismo deportivo y nos
acordamos que Perú jugaba bonito y también ganaba, ahora es más fácil ser
hincha de Perú.
Hace
años, encontré a Antonio en una calle de Miraflores y me atreví a saludarlo;
quien muy amablemente respondió, con una cariñosa respuesta y acento norteño:
'que tal hermano', ¿cómo estás?.
Ahora
que vivimos la fiesta de la Copa América, me vienen recuerdos de muchos
partidos de esos años y es inevitable recordar sus frases casi poéticas:
-
La television deportiva de la Patria.
-
La zona de fuego, donde queman las ideas.
-
El amo y señor del Tiempo.
-
La Diosa Fortuna.
-
No vale parpadear.
-
No hice nada, parece decir.
-
Hablan las imágenes.
-
Esa bendita palabra llamada gol.
-
Acéptalo, fue más que tú.
-
La hora es la hora.
Y
otras más, y no me queda otra cosa más que aceptar: tus narraciones fueron más
que nuestras tristezas.
Gracias
Toño.
©
2019. Alejandro Jáuregui. Derechos Reservados. Prohibida la copia de la idea,
los textos parciales o totales sin autorización del autor.
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