— Número 1, era la palabra de
Jorge Aedo Ocaña con la que anunciaba el video-musical más votado de la semana,
en su programa “Sábado Taquilla” (transmitida por la empresa Televisión
Nacional de Chile), que en Iquitos lo veíamos, gracias a la empresa de cable
TVS. La canción acompañaba toda la semana, todos la ‘tarareaban’, la cantaban y
era el soundtrack de todas nuestras actividades adolescentes, allá por finales
de los 80 y principios de los 90 —
En
la historia de la televisión por cable en el Perú: TVS tuvo un lugar especial;
fue la primera, y como suele suceder en nuestro país; subsistió por la falta de
legislación en este rubro de negocios. Al ser Iquitos una ciudad apartada de la
capital, y gracias a esta, los adolescentes de mi generación nos dimos el lujo
de ver televisión extranjera: MTV (USA), Venezolana de Televisión, Televisa
(México), Caracol (Colombia), y entre nuestras favoritas el programa "Sábado
Taquilla" de Televisión Nacional de Chile.
El
grupo musical de rock chileno: "Los Prisioneros", gozaba de gran
aceptación entre los jóvenes de mi generación, canciones como “El Baile de los
que sobran”, “Por qué no se van”, nos hacían bailar, reír y gozar en nuestras
fiestas adolescentes. El año 1990, año que terminé la secundaria, la canción
Numero 1 durante varias semanas fue: "Tren al sur". Una creación
musical notable, contenía efectos musicales de la llegada y marcha de un tren y
en donde el líder de la banda Jorge González nos contaba que su vida infantil
era mucho más bonita al sur de su país. En el video clip, se podía apreciar a
la estación más importante de la red ferroviaria de Chile (lugar donde salen y
llegan los trenes a diferentes ciudades del interior y en especial a las del
sur).
En
mi primera visita al vecino país del sur; pude constatar su arquitectura
europea, se encuentra en la alameda Bernardo O´Higgins (la avenida principal de
la ciudad de Santiago). Fue inaugurada en 1857; se veía bien conservada, y
puede apreciar todo el ritual de los viajes en tren: ferrocarriles, hangares,
boleterías, trabajadores tradicionalmente bien uniformados; tal como nos
cantaba el líder de "Los Prisioneros".
A
finales de los 80, el mundo presenciaba acontecimientos transcendentales: la
caída del muro de Berlín, la aplicación de la “Perestroika” de Mijaíl
Gorbachov, la protesta de los estudiantes chinos de la Plaza Tiananmen de
Pekín, entre otras. Más aquí; "Los Prisioneros” al mando de Jorge González,
era la banda de rock, cuyas canciones contenían letras contestatarias al
régimen del dictador Augusto Pinochet; invitaban a los jóvenes de Chile y
Sudamérica a unirse a su regimiento y la música era la vía para canalizar su
protesta, indignación e inconformidad de la viejas estructuras sociales de
aquella época.
Las
canciones de "Los Prisioneros" las cuales escuchaba de adolescente me
inspiraron a visitar Chile, caminar sus calles, visitar los lugares que nos
cantaba González, así que después de graduarme en la universidad y con ahorros
de mis primeros trabajos decidí emprender viaje al Sur (tenía 24 años, contaba
con la inconformidad de la juventud y quería cambiar el mundo). Aunque nunca lo
pude, las canciones de Los Prisioneros funcionaban como guías turísticos en mi
viaje a Chile.
Gracias
a la amistad de un grupo de amigos de la Universidad de Chile, conocí el
Estadio Nacional, cuya historia cuenta que: no solo fue usado como recinto
deportivo, sino también como campo de concentración de detenidos opositores al
régimen de Pinochet. Ahí pude leer una placa de homenaje póstumo a todos los
que estuvieron allí y que el régimen asesinó, solo por pensar diferente. La
intención de esta crónica es describir los lugares de las letras de las
canciones de “Los Prisioneros”. Creo fervientemente que todas las dictaduras
son malas ya sean de "Derecha" o de "Izquierda", fomentan
la intolerancia, el odio y oprimen las libertades, motores impulsadores de la
creatividad humana.
Ojalá
algún día Latinoamérica sea unida, que encuentre las soluciones definitivas al
hambre, al subdesarrollo, tal como lo decía Jorge González a viva voz y con son
de ironía: “Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos”. Seamos los
verdaderos “Buscadores de la Libertad” de un presidio llamado subdesarrollo,
seamos felices en la “Estación Central” marchando al Sur y disfrutemos de todos
los “Sábados Taquilla” que nos ofrezca esta vida tan corta pero tan bonita.
A
Dolores Padilla “Lolita”, la única chilena que ama, respeta y admira la cultura
peruana, vive al Sur y siempre nos considera hermanos.
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2019. Copyright. Alejandro Jáuregui. Prohibida la copia de la idea, textos
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