Ahora
que vivimos en la era post-contemporánea, de las megas franquicias
internacionales (MARVEL, Netflix, Disneyland) y demás, me es grato escribir
acerca de un ícono de la Historieta Peruana: “Selva Misteriosa”.
Cuenta
la historia que en 1971, el diario “El Comercio” en su sección de Amenidades,
convocó a concurso de Historietas con el objetivo de dar un espacio a un
artista local para destacar entre tantas estadounidenses. El concurso fue un
éxito con más de 80 participantes. Sin embargo, “Selva Misteriosa” fue
declarada ganadora unánime. El premio implicaba un contrato para publicar la
tira diariamente.
El
autor de aquella obra fue: Javier Flórez del Águila, médico neurólogo e
historietista. En paralelo con sus primeros estudios en la Universidad de San
Marcos, llevó cursos libres en la Escuela de Bellas Artes. Mientras estudiaba
en la Facultad de Medicina de San Fernando, ingresó en la revista Avanzada en
julio de 1954. Allí, hasta diciembre de 1968, dibujó muchas páginas escolares,
así como las historietas: “El padre Lafuente”, “Oklahoma Jim”, “Capitán Alas” y
“El Sr. Psiq”, además de las biografías de San Ignacio de Loyola y San
Francisco Javier. En 1976, dibujó la Historieta “Otorongo” para el suplemento
Tío Carlitos del semanario Equis X. Y colaboró en la revista Carboncito entre
los años 2004 y 2011.
A
pesar de conseguir rápidamente asiduos lectores, la publicación “Selva
Misteriosa” solo duró 4 años, compitió nada menos con obras de maestros como;
"Rip Kirby", historieta de género policial creada por Alex Raymond,
además de otros títulos populares como "James Bond",
"Periquita", "Popeye" o "Mafalda"; convirtiéndose
en una leyenda. Para los amantes de la Historieta, consideramos a "Selva
misteriosa" una historieta de culto sin haber podido leerla, desde su
publicación hace 45 años. Hasta hoy: gracias al obsesivo empeño de los editores
Hernán Migoya y Giancarlo Román, la Amazonía ilustrada por del dibujante de 85
años luce hoy renacida. Como si la memoria pudiera reforestarse.
En
una entrevista concedida al diario “El Comercio”, Flórez del Águila, con su
característica modestia, afirma sentirse "maravillado" por la edición
de la Editorial Planeta que ha sabido favorecer los originales realizados entre
1971 y 1974. "Yo jamás había imaginado "Selva Misteriosa" como
un libro", confesó. En efecto, el dibujante siempre creyó que el lenguaje
que había utilizado entonces, propio de la época, resultaba pasado de moda para
el lector actual. Pensó que para una posible reedición debía actualizar todo su
lenguaje. Sin embargo, visto el resultado, admite su error de apreciación:
"Ahora que puedo releerlo, me doy cuenta de que 'Selva misteriosa' es un
documento testimonial del habla de limeños y loretanos. Uno de mis intereses fue
dar voz a los loretanos, ese lenguaje ignorado tanto tiempo”.
Contó
que de niño, nunca olvidó a un señor llamado Abraham Torres que tenía un
quiosco de revistas frente a su casa, y todos los miércoles en la tarde lo
llamaba porque ese día llegaba al correo las revistas de Argentina, me
entregaba la primera que salía del paquete diciendo: toma Javier, léelo",
recordó el maestro.
De
padres provincianos (madre loretana), en sus obras, abordó el tema de las
migraciones. Después de haber llegado de Trujillo y ya en Lima, después de un
tiempo, Javier Flórez sufrió épocas malas para él y su familia, su madre que
venía de una buena posición económica en Iquitos, en Lima tuvo que trabajar
muchísimo para salir adelante. Sin embargo, su madre no solamente lo alentaba
en el dibujo sino también le contaba grandes, enigmática e increíbles historias
amazónicas que contribuyó en el desarrollo de su talento creativo y que plasmó
en la Historieta. Comentó.
La
Historieta cuenta las peripecias del ‘trochero’ “Javico”, un héroe “cotidiano”
para los cánones habituales del género, sin capa y sin máscara. Su campo de
acción no es la gran ciudad sino la exuberante Amazonía peruana. Es bigotudo,
de unos cuarenta años, de porte atlético y de oficio, empresario maderero. Le
dicen Javico y, cuando no está en casa con su esposa e hijos, se ve envuelto en
aventuras relacionadas con seres fantasmales o le hace frente a poderosos
empresarios de oscuros negocios. El personaje no se considera un héroe; es más,
se burla cada vez que puede de Superman y Batman.
Por
esto y por mucho más “Selva Misteriosa”, constituye una obra altamente
recomendable por su estructura casi cinematográfica y por su contenido mismo.
Ahora que recién somos conscientes del cuidado de nuestra Selva contra la
amenaza de la tala y minería ilegal y todo lo que estas actividades acarrean.
No debería faltar en la biblioteca de cada joven y adulto peruano.
© 2019.
Copyright. Alejandro Jáuregui. Prohibida la copia de la idea, textos parciales
o totales sin autorización del autor.
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