Querida y recordada:
Sirva
la presente para saludarla y a la vez hacerle llegar algunas líneas acerca de
la amistad, aquella amistad que muchos tuvimos la suerte de tener, gozar y
disfrutar. A manera de homenaje póstumo me atreveré a que juntos nos divirtamos
recordándola.
La registro en mi memoria desde mi niñez, fue amiga de mis padres y siempre
encontró en nosotros a unos niños a quienes con una palabra podría hacer cambiar el día. Cuando fui creciendo y ví las películas de la actriz italiana
Sophia Loren, inmediatamente no tuve más remedio que relacionarla con ella.
Siempre
llevaba los cabellos como recién salidos de la peluquería, en tonos que
variaban desde el castaño claro hasta el oscuro, lentes de sol ovalados y
grandes, con ese garbo que solo mujeres como usted podrían mostrar. La Plaza de
Armas, a la cual frecuentaba, eran como las pasarelas italianas de la otra
Sophia, en las que amablemente saludaba con una enorme sonrisa que adornaban su rostro de pómulos parecidos a la de la actriz.
Se
refería a nosotros como bebés en conversaciones con mis padres aunque
bordeásemos los 30, nos saludaba efusivamente cada vez que visitábamos
Iquitos; llenándonos de optimismo y alegría. Recuerdo nunca haberla visto
triste, tal como la actriz, porque las estrellas son así, solo necesitan de
ellas mismas.
Fue una mujer adelantada a su época, vivió la vida de las que muchas ni siquiera
hubieran podido atreverse, se enfrentó a una sociedad pacata y llena de
hipocresía. Simplemente vivió como le vino en gana, ¿acaso de eso no se trata
la vida?
Srta. María
Elvira, siempre tendrá un lugar en mi memoria, fue la única en felicitarme
por mi vocación literaria y llamarme inmerecidamente: escritor. Siempre
comentó que disfrutaba de leerme, y viniendo de personas como usted, hicieron
que jamás mi entusiasmo decayera.
Las
palabras sirven para muchas cosas menos para consolar, no existirán jamás las
que puedan consolar su tremenda partida. Solo le digo; que donde quiera que
esté, siempre tendrá su escritor que disfrutará que sea su más ferviente
lectora.
Siempre
para usted, fui un escritor, aunque para los demás no, me basta y me sobra con
eso.
Hasta
luego Srta. María Elvira.
Su
más ferviente escritor.
© 2019
Copyright. Alejandro Jáuregui. Prohibida la copia de la idea, de la parcial o
total de los párrafos sin autorización del autor.
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