- Transmite “Radio El Sol”, un
Perú en sintonía, en “vivo” desde La Paz. Bolivia. Decía la emisora que
transmitía el partido de fútbol entre las selecciones de Perú y el país
Altiplánico por “Copa América de Fútbol que papá y yo escuchábamos en el viejo
equipo de sonido de enormes parlantes “Technics 1980” que adornadaba nuestra
sala -
Aunque
en Iquitos las transmisiones de partidos internacionales eran emitidas por la
Empresa de Cable TVS, este partido en particular no fue transmitido, quizá por
la dificultad de la geografía de la capital boliviana. En nuestra desesperación
recurrimos a la radio para sintonizar alguna por frecuencia de onda corta.
Gracias a la pericia de mi viejo y mi entusiasmo, con mucho trabajo conseguimos
sintonizar la radio y seguimos el partido minuto a minuto.
Para
muchos de mi edad, oír un partido por radio era muy común, no todos teníamos la
suerte de acceder a la televisión por cable; no obstante, tenía un sabor
especial: ejercitabas la imaginación al máximo, visionabas las jugadas que el
relator describía. Era como poner en escena una obra teatral, solo con un
relator y con actores presentes en otro escenario, un verdadero proyecto
creativo. Por ejemplo, ‘Cueto atraviesa la línea central marcado por un
boliviano’. Entonces alucinabas, que gambeteó a un contrario, y al segundo que
seguro trataba de marcarlo lo driblearía exitosamente, o quizá le cometería
falta; además creías que fue por izquierda ya que era zurdo, y cosas así.
La
Copa América de 1983 se desarrolló así: Los partidos de la fase de grupos se
jugarían en partidos de ida y vuelta, y el primero de cada grupo clasificaba
automáticamente a semifinales que se uniría Paraguay, campeón vigente.
Las
semifinales se jugaron en partidos de ida y vuelta, y se definiría por puntos.
El equipo que obtuviese más puntos, pasaría a la final. En el caso que ambos
terminarían igualados con la misma cantidad de puntos, se recurriría a la mejor
diferencia de gol y el que tuviera la mejor, clasificaría a la final. Si
persistiera la igualdad, con la misma cantidad de puntos y con la misma
diferencia de gol, se realizaría un sorteo para determinar al finalista.
La
final también se jugó en partidos de ida y vuelta y se definiría por puntos. El
equipo que obtuviera más puntos sería el campeón. En caso que ambos terminarían
igualados, se jugaría un tercero en cancha neutral para definir al ganador. Si
al término de los 90’ de juego reglamentario aún existiera la igualdad; se
jugarían dos tiempos suplementarios de 15’, para determinar al ganador y si al
final de los 120’, terminaría igualado; el campeón finalmente saldría luego de
una definición por penales.
Perú
integraba el Grupo C, junto con Colombia y Bolivia. Después del debut contra
Colombia el 17 de agosto de 1983 y victoria peruana 1-0 en el Estadio Nacional
de Lima, había que realizar la siguiente expedición: ir a la ciudad de La Paz,
jugar contra los bolivianos y los más de 3,500 m.s.n.m. y sus consecuencias.
Todos los que alguna vez visitamos aquella capital sudamericana sabemos
perfectamente los estragos que esta trae.
El
partido de "La Paz", se jugó un 21 de agosto y según el relator que
seguíamos e imaginábamos, al término del primer tiempo Perú igualaba 0-0, lo
cual consistía en una verdadera hazaña por los constantes ataques y
oportunidades de gol que tuvo la selección del Altiplano. Hacia los 18’ del
segundo tiempo ocurrió algo que tanto temíamos: el delantero Edwin Romero anotó
el gol boliviano que aumentó nuestra preocupación y angustia. Transcurrían los
minutos, el partido se tornaba difícil para el equipo peruano, no solo había
que igualar, vencer al reloj y a los estragos de todos los males de la altura,
hasta que en el 89’, el árbitro sancionó un ‘tiro de esquina a favor de Perú.
En casa nuestros corazones estaban a punto de estallar, nuestra última
oportunidad de igualar y ocurrió: salto del centro-delantero Franco Navarro (9
e ídolo de mi niñez). Conectó un furibundo cabezazo que el aquero boliviano no
pudo llegar, y se decretó el ansioso, esperado y tranquilizador empate.
Nuestro
tercer partido igualamos con Colombia 2-2 en Bogotá, el último goleamos a
Bolivia en Lima por 3-1 y clasificamos primeros en nuestro grupo, el resto es
otra historia
Franco
Navarro no solo anotó el gol de la paridad y del valioso punto que a la postre
fue decisivo en nuestra clasificación para semifinales, sino que nos dio “Paz”
a mi viejo y al que escribe, recuerdo verlo gritarlo, sonreír, alegrarse y
decir: empatamos en La Paz, francamente que “Paz” nos diste Franco Navarro.
En
el 2014 visité la ciudad de La Paz, en compañía de mi compañera de mil
aventuras Fiorella Román, tuvimos la suerte de ingresar al “Estadio Hernando
Siles” imaginé aquella tarde de ese partido de mi infancia en compañía de mi
viejo y me pregunté: ¿en qué arco habrá sido el “Gol de La Paz”?, ¿cómo habría
sido la jugada, la celebración del equipo y de la hinchada peruana? Un gol que
se gritó hasta la lejana Iquitos que tanta ”Paz” nos dio.
Ahora
que empieza una nueva edición de la Copa América (Campeonato de Fútbol de
Naciones más antiguo del mundo), seamos más unidos como familia, mas peruanos y
que nunca nos falte paz que solo así podemos augurar un mejor Perú.
A
la siempre fiel Hinchada Peruana, la mejor del mundo.
©
2019. Alejandro Jáuregui. Derechos Reservados. Prohibida la copia de la idea,
los textos parciales o totales sin autorización del autor.