miércoles, 20 de diciembre de 2017

De mí para ustedes [1]


¡Convencida del espíritu creativo que poseía su hijo, la Sra. Silia Arévalo compró mi primera guitarra!

— Silia es mi mamá —

Corría el año 1986, la economía peruana obtenía el record mundial de hiperinflación acumulada anual, gracias al señor Alan García Pérez y yo tenía 12 años. Le costó aproximadamente 500,000 intis, que hoy serían 0.50 soles en alguna tienda de la plaza Dos de mayo de Lima.

El sonido que producía las vibraciones de las cuerdas de aquel instrumento, produjo en mí una fascinación única, lograron moldear mi carácter, mi manera de ser. Descubrí que se podían reproducir sonidos increíbles, y que la producción de música solo dependía de tocarla.

La música de The Beatles no me era ajena, pues en casa era frecuente escuchar a los cuatro de Liverpool en cualquier momento del día, era la música de mis padres y de toda una generación (años 60). De esta manera, mi admiración por dicho grupo; y de John Lennon tomó fuerza. Lennon fue su líder; también activista por la paz mundial que el mundo reconoce. Tanto fue mi admiración, que en la secundaria formé una banda de rock llamada: “El Capitán Achiote y la banda de los corazones parchados”, traté de emularlos, demás está decirles cual fue el destino de la banda, solo obtuvimos una mención honrosa en el concurso: “Semana Agustiniana” (del Colegio San Agustín de Iquitos).

El próximo 8 de diciembre se conmemora un año más del fallecimiento de Lennon, creo que el mejor homenaje al líder de esta mítica banda sería el escuchar su música, tocarla y disfrutarla como es el caso del que escribe.


© Por Alejandro Jáuregui.



[1] Séptimo tema del álbum Twist and Shout. The Beatles. 1964.

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